Índice:
- Isabel Perón entre los argentinos de hoy.
- Introducción: Algunas consideraciones para contextualizar el análisis.
- Encuestas: Isabel entre los argentinos de hoy.
- Encuestados de entre 16 y 25 años.
- Encuestados mayores de 26 años.
- Análisis de los conceptos, ideas y opiniones obtenidas de las encuestas.
- Isabel y los medios de comunicación ¿Cuáles fueron y qué dijeron las últimas noticias?
- Isabel y los medios.
- ¿Qué dicen sus declaraciones públicas?
- Conclusión.
“(…) trataré de no defraudar al pueblo (…) Yo no puedo ofrecerles grandes cosas, soy nada más que una humilde mujer del pueblo, que no puedo ofrecer títulos, porque el único título que tengo es el haber sido discípula de Perón, mi amor por Perón y mi amor al pueblo argentino”.
María Estela Martínez de Perón.
- Isabel Perón entre los argentinos de hoy.
Es parte de nuestra historia una mujer que, a lo largo del tiempo ha sido caracterizada como enigmática y controversial, pero que fundamentalmente, le ha caído – o hemos dejado que caiga sobre ella – un aparente manto de olvido. María Estela, conocida popularmente como Isabelita, comprende una figura que, lejos de ser irrelevante, encierra en sí misma una época histórica, una fuente amplísima para investigar y problematizar, porque si hay algo que es seguro en esta historia, es que el peor error que podemos cometer, es creer que está todo dicho.
El presente artículo se propone abordar, a partir del análisis de diferentes factores y utilizando variadas herramientas, la concepción de la figura de María Estela Martínez de Perón entre los argentinos y las argentinas de hoy, partiendo de una pregunta recurrente: Isabel Perón ¿olvidada u ocultada?
A modo de aclaración, en este artículo no se pretende trabajar específicamente sobre el gobierno o las políticas de la sucesora de Perón en la presidencia de la Nación en 1974, pero, se hará mención en reiteradas ocasiones dado que, las concepciones que se tengan sobre Isabel, difícilmente puedan separarse demasiado de su acción de gobierno. La propuesta es, como antes se mencionaba, rescatar las opiniones, los preconceptos y los análisis o la falta de información que pueda existir sobre dicha mandataria entre los argentinos de hoy, para pensar el por qué y reabrir el debate sobre quien fuera Primera Mandataria en 1974.
2. Introducción: Algunas consideraciones para contextualizar el análisis.
El 1 de julio de 1974, con la muerte del General Juan Domingo Perón, que desempeñaba el cargo de Presidente de la Nación desde el 12 de octubre de 1973, asume quien fuera la Vicepresidenta de la fórmula “Perón – Perón”: María Estela Martínez de Perón, siendo así, la primera mujer de la historia de la República y Latinoamérica en ocupar el cargo de Presidenta de la Nación.
Su gobierno no carecía de legalidad, puesto que la fórmula que la llevaba como candidata se había impuesto en las urnas, en elecciones libres, con el 62% de los votos. Lo que sí se puso en cuestión en el gobierno de Isabel fue su legitimidad: ¿En qué se basaron dichos cuestionamientos?
“Su legitimidad para ejercer el Poder Ejecutivo Nacional fue puesta en cuestión. Este hecho se visibiliza en acontecimientos como el adelantamiento de las elecciones presidenciales para noviembre de 1976, las presiones ejercidas por el sindicalismo y los sectores empresarios ante el derrumbe del Pacto Social, las presiones extra e intra partidarias, – ejercidas por los sectores del anti verticalismo -sumadas a los reiterados pedidos de licencia de Martínez de Perón y la modificación de la ley de Acefalía” 1 (Napal, 2014, p. 3)
Por otra parte, no podemos ignorar la deslegitimación que se pretendía generar sobre la figura de la Presidenta por su condición de mujer. En principio, existió un debate sobre cómo llamarla, hasta que en un comunicado oficial se resolvió que fuera: “Excelentísima señora Presidente de la Nación Argentina”. Además, entre otras cosas, se le recriminaba su pasado como bailarina – algo similar había sucedido a Eva Perón unos 30 años antes – y se apelaba constantemente a su “debilidad” y a críticas más centradas en lo emocional que en lo político.
Para tener una breve idea de las dificultades – objetivas – por las que atravesó su mandato y que, pueden tener cierta injerencia en la concepción sobre la imagen de Isabel, a continuación, presentaré un pequeño resumen:
En principio, el mandato de Martínez de Perón se vio fuertemente condicionado por elementos externos que repasa un trabajo de Francisco Corigliano2, tales como la crisis del petróleo, las barreras proteccionistas de los países de la CEE donde la Argentina ubicaba sus productos agropecuarios y la recesión mundial de los años 1974 y 1975.
Por otro lado, varios factores internos también tuvieron un impacto decididamente negativo, entre ellos, el turbulento clima de la guerrilla, las presiones extra e intra partidarias y el recrudecimiento de la “Alianza Anticomunista Argentina” al mando del entonces Ministro de Desarrollo Social: José López Rega, una figura oscura de la política argentina y estrechamente cercana a la Presidenta.
No obstante, es menester mencionar que, de sus dos años de gobierno no son pocos los que concluyen en que tuvo una fuerte política orientada a la soberanía nacional, que su comportamiento fue fiel a los principios del Justicialismo y que su administración fue sumamente honrada, en otras palabras, que fue una digna heredera del legado del General Perón. Entre las políticas de su gobierno que más se destacan positivamente está la sanción de la “Ley de contrato de trabajo” que brindó una fuerte protección hacia los trabajadores y en particular a la mujer trabajadora. Por lo tanto, es totalmente erróneo pensar que sobre la figura de Martínez existe un consenso generalizado de carácter negativo.
Por último, cabe citar un ilustrativo fragmento de una carta que en 1980 le escribiera Jorge Abelardo Ramos, intelectual de izquierda, a la Ex Mandataria y que está incluida en el libro “Isabel Martínez por siempre de Perón” del Dr. Mazzieri3:
“Antes de ir al fondo del asunto, deseo expresarle a usted y a todos los compañeros del movimiento peronista las razones por las cuales un movimiento como el FIP, que no es peronista, aunque cuenta en sus filas a muchos afiliados de simpatía justicialista, ha decidido sugerir criterios de acción a la representante más caracterizada y respetada del peronismo. En efecto, si las decisiones judiciales tuvieran un gramo de verdad y justicia, es decir, si usted señora, estuviese detenida por delitos comunes, entonces no solo el movimiento peronista sino también el fin y todos aquellos 7 millones de argentinos que votaron por usted y su ilustre esposo el 23 de septiembre de 1973, serían sospechosos de la acción delictiva. El FIP, con boleta propia, apoyó la fórmula triunfante en esa fecha, por tales razones, su honra personal nos interesa muy especialmente, pues una macula en ella también nos mancharía a nosotros. (…) desde ya, la monstruosa falsedad de las imputaciones de fiscales y jueces salta a la vista. Usted es derrocada, detenida, juzgada e infamada por el simple hecho de haber sido elegida por la mayoría del pueblo argentino. Si su gobierno era malo, pocos meses después, el pueblo en las elecciones convocadas habría podido juzgarlas” (Mazzieri, 2020)
3. Encuestas: Isabel entre los argentinos de hoy.
Para conocer con relativa amplitud si la figura de la Ex Presidenta de la Nación, María Estela Martínez de Perón, es conocida o recordada, qué opinión existe de la misma entre los encuestados y qué margen de desconocimiento o desinterés ronda la figura de Martínez de Perón entre ellos, se ha procedido a encuestar a un total de 100 jóvenes de entre 16 y 25 años y luego, a 100 adultos mayores de 26 años, teniendo en total, un piso de 200 encuestados.
Las encuestas fueron dividas en dos grupos para analizar de la mejor manera posible cuánto cambian – o no – las opiniones de los encuestados que nacieron muchos años después de la presidencia de Martínez en relación a quienes fueron temporalmente más cercanos y de los que han sido contemporáneos a su mandato.
Sobre el final del trabajo, presentaré un conjunto de breves testimonios de personas que vivieron en los años del gobierno de Isabel desde diferentes lugares y con diferentes edades. Los nombres de los entrevistados no tendrán carácter público y todos ellos deben ser considerados como opiniones personales influenciadas por vivencias, ideologías y demás, nada de lo que se presenta en este artículo pretende tener un carácter de verdad definitiva.
Procederé a dividir los grupos.
4. Encuestados de 16 a 25 años.
Este rango etario, más bien alejado en el tiempo – por lo menos 20 años – del período de gobierno comprendido entre el 1º de julio de 1974 hasta el 24 de marzo de 1976, presenta algunas particularidades importantes de resaltar. Es preciso mencionar que, la encuesta fue de libre acceso y circuló por diferentes redes sociales con el objetivo de alcanzar un piso de 100 personas de entre 16 y 25 años que ofrezca una diversidad de opiniones, ideologías e ideas considerables para poder generar un análisis completo y útil.
Para comenzar, se consulta a los encuestados si conocen, a grandes rasgos a Isabel Perón. El 86% de los encuestados manifestó saber quién era, el 12% sostuvo que tal vez y el 2% restante respondió que no.
Con respecto a si recordaban haber leído o estudiado algún tema sobre su gobierno en la escuela secundaria, el 60% respondió que sí y el 40% que no.
Consultados sobre si eran conocedores de que Martínez de Perón había sido la primera Presidenta mujer de la República, el contundente 94% expresó que sí mientras solo el 6% indicó no saberlo.
Del 96% que respondió que sí, el 62,8% afirmó que la información la obtuvo por su cuenta, el 27,7% que lo supo en la escuela y el 9,6% señaló que alguien más se lo había contado.
Del 6% que no estaba al tanto de que Isabel Martínez había sido la primera mujer en ocupar el cargo de Presidenta de la Nación, el 92% lo atribuye a que no se habla de ella, el 4% a que no sabe cómo informarse y el 4% restante a que no le interesa el tema.
Por último, se consultó a quienes tuvieran relativos conocimientos sobre el gobierno de Isabel, cómo evaluaban en términos muy generales su gestión. En este caso, el 42,5% señaló que lo ve mayormente negativo, el 36,6% evalúa que fue un gobierno regular y el 21,8% restante, considera que fue mayormente positivo.
Algunas cuestiones a tener en cuenta. En principio, podemos señalar que, se observa a pesar de que una amplia mayoría manifestó saber quién es, a grandes rasgos, Isabel Perón (86%) y a su vez, que cuando se consulta sobre si estaban al tanto de que había sido la primera mujer en ocupar el cargo de Presidenta en nuestro país o bien, si los encuestados sabían algo sobre su gobierno, nuevamente por amplia mayoría se impone el “sí” (94%) pero, cuando se pregunta de qué forma tenían esa información, la mayoría indicó que lo sabía por su cuenta (62,8%), por interés personal o bien porque ellos mismos buscaron información y no porque habían escuchado hablar de ella en los medios de comunicación, en internet o bien en el ámbito familiar. Solo una minoría señaló que alguien más le había hablado de Martínez de Perón (9,6%). Ahora bien, es necesario destacar que la gran mayoría de los encuestados que manifestaron no saber absolutamente nada de la figura de María Estela, lo atribuyen principalmente a que “no se habla de ella” (92%) y solo dos pequeñas fracciones indican que no lo sabían porque o no les interesa el tema (4%) o no saben de qué manera informarse (4%).
Sin intención de generar una conclusión apresurada – eso lo haremos al final del trabajo y en general – es notable, a simple vista, que la figura de Isabelita, lejos de ser completamente desconocida entre los jóvenes, está presente, pero, la gran mayoría de ellos asegura que no tiene información suficiente y que no es una figura de la que se habla demasiado en espacios privados como el hogar o en el ámbito público. Algunos de ellos, dejaron al final del formulario sus ideas y opiniones, donde profundizan estas cuestiones de manera considerable, en el último apartado lo veremos.
5. Encuestados mayores de 26.
En este apartado, revisaremos las respuestas de un grupo bastante más amplio en términos de edades que el anterior. Los encuestados tienen entre 26 y 64 años, por lo tanto, muchos de ellos han sido contemporáneos al gobierno de Isabel Martínez. Al igual que la encuesta destinada a las edades de entre 16 y 25 años, este formulario también fue de libre acceso y circuló por diferentes redes sociales, por lo tanto, tendremos un abanico interesante de opiniones.
Primeramente, se les consultó, al igual que al grupo anterior, si conocían – en términos generales – a Isabel Martínez. El 99% respondió que sí, y solo el 1% que no.
Cuando fueron consultados por sí sabían que fue Isabel Perón la primera mujer en ser presidenta de la Nación, el 98% expresó que sí y el 2% que no.
Sobre si conocían en términos generales la obra de gobierno de la ex Presidenta, el 68,3% aseguró que sí, el 18,8% que no y el 12,9% dijo que quizás.
De los encuestados que respondieron que “sí”, el 22,2% comentó que lo evalúa mayormente positivo, el 60,5% dice evaluarlo de forma mayormente negativa y el 17,3% expresó que no tiene una definición.
A quienes respondieron que “no” se les consultó por qué creían que era. El 40% respondió que no sabe cómo informarse sobre este tema particular, el 33,3% manifestó que prefiere no opinar y el 6,7% dijo que no tiene interés por estos temas.
En este grupo de encuestados, vemos que, al igual que en el anterior, la gran mayoría tiene conocimientos, por lo menos, básicos sobre quien es Isabel Perón (99%), pero, que tienen un margen mayor de evaluación negativa de su gobierno (60,5%) con respecto a las personas de entre 16 y 25 años.
Quizás la cuestión que más vale resaltar en este caso, esté relacionada al “prefiero no opinar”, dado que, además de que el 33,3% lo indicó directamente en la encuesta, con este grupo se demoró más tiempo en alcanzar los 100 encuestados, de hecho, la mayor cantidad de respuestas se concentra entre los 26 y los 38 años. A partir de esto, podríamos pensar que existe en el rango etario más cercano al período de gobierno de Isabel o bien, contemporáneo al mismo, existe cierta tendencia a preferir no hablar del tema o no opinar. Por otra parte, los encuestados de este grupo también dejaron diferentes opiniones al final de la encuesta, a continuación las analizaremos.
6. Análisis de los conceptos, ideas y opiniones obtenidas de las encuestas.
En sintonía con lo que se propone el artículo, en este apartado, se presentará un análisis sobre las diferentes opiniones que dejaron los encuestados al final de las dos encuestas, donde se proponía que “En el caso de que pueda hacerlo, deje una breve opinión o idea sobre dicha ex Presidenta”. Cabe aclarar que, las opiniones de los dos grupos se analizaran en conjunto y no por separado.
Podemos señalar, por lo menos, 7 elementos que caracterizan las opiniones contemporáneas sobre Isabel Perón, entre otras cosas, se resaltó la falta de información, la injusticia histórica sobre su figura, los hechos que hacen positiva la imagen de la ex Presidenta y los que, por el contrario, contribuyen a generar concepciones negativas, las recurrentes comparaciones con Eva Perón, el análisis fuera de contexto y la desaparición física de Perón como factores determinantes y profundamente influyentes en las opiniones de los argentinos del presente.
En principio, el elemento más destacado fue la apelación a que Martínez de Perón parece ser juzgada fuera del contexto en que le tocó gobernar, es decir, que a la hora de opinar de manera informal o aun así en sectores más específicos y, de hecho, en la misma historia, se separa a la ex mandataria del contexto global (mencionado con anterioridad en este artículo) y nacional (también explicitado brevemente) y se analiza y juzga su gestión de forma aparentemente autónoma o independiente de lo que sucedía en el entorno mundial, regional y nacional. Lo cual, interpretando las opiniones, podría acabar en una forma incompleta de analizar a la ex presidenta.
Por otra parte, son muchas las ideas que refieren al contexto y al entorno de Isabel, pero no con un carácter político o de contextos globales e históricos, sino al grupo humano que, según algunos “ella eligió erróneamente” y fueron determinantes en los juicios negativos que se le hacen a su gestión presidencial y a su imagen en particular. Cabe resaltar en este punto que – sin generar ninguna sorpresa – el nombre más mencionado fue el de su secretario y Ministro de Bienestar Social: José López Rega, de alguna forma, podríamos interpretar que, en una grandísima parte de las opiniones, se resalta la influencia de dicho personaje como el que más oscuridad le aportó a la figura de María Estela.
En sintonía con lo anteriormente descripto, pero que por el peso que tuvo entre las opiniones le dedicaré una categorización particular. Podemos observar que otro factor que parece ser determinante – y que data, podríamos decir, desde el año 74 – en las concepciones, es que la ex Presidenta fue un sujeto político manipulable, débil, propensa a la sobre influencia de personajes con intereses maliciosos para la Nación. En algunos casos, se indicó que al decir que fue manipulada no se pretendía deducir que era “ingenua”. Este elemento nos llevará a formularnos sobre el final, algunas preguntas útiles para la reflexión.
En las opiniones más negativas, predominó la mención del “Operativo Independencia” llevado a cabo en la provincia de Tucumán, – sugiero que quienes deseen profundizar, busquen información fuera de este trabajo – otros señalaron la represión y, en su mayoría, coincidieron en que el accionar de la “Triple A” durante su gestión es lo que más “complica” su imagen. Por último, algunos, aunque con menos frecuencia, la señalaron como una de las responsables de la irrupción de la última dictadura militar. En ninguna de las opiniones negativas surgieron críticas relacionadas a la corrupción en su gestión, pero sí se hicieron menciones críticas en reiteradas ocasiones a la gestión económica, señalando en su mayoría el Rodrigazo.
En contraposición casi total con el punto anterior, no fueron pocos los que señalaron que, según sus concepciones, Isabel Martínez fue una gran figura de la política Nacional y que, la historia la ha maltratado apartándola o juzgándola injustamente. En la mayoría de estas opiniones, se resalta su lealtad a Juan Domingo Perón y al Movimiento Nacional Justicialista y a que, con aciertos y errores, supo poner a la Nación por delante siempre que le fue posible hacerlo. En otros casos, se señalaron políticas que afirman la idea de que la ex Presidenta tuvo una gestión de carácter nacional y defensor de la soberanía nacional, la ley de contrato de trabajo, la nacionalización de depósitos bancarios y destacando en algunos casos, los porcentajes que indicaban el pleno empleo y especialmente que en el mandato de María Estela Martínez no se contrajo deuda externa. Es importante destacar que en todas las opiniones que podemos evaluar como positivas, se reconocen una serie de errores o falencias de su gestión.
La aparición de los nombres de Juan y Eva Perón fueron recurrentes entre las opiniones, aunque ambos abordados desde enfoques distintos. En principio, se señala que la muerte del General Perón, dejó un vacío de poder político que Isabel no supo o no pudo ocupar para generar los consensos necesarios, que nadie esperaba que Perón falleciera y, en menor medida, que la muerte de su marido – como es lógico pensar – necesariamente tuvo implicancias de corte personal en la presidenta. Por otra parte, surgieron en más de una oportunidad, comparaciones entre Isabel y Eva Perón, dejando sin excepción, una notable apreciación negativa hacia Martínez en comparación con quien fuera la abanderada de los humildes.
Antes de terminar es preciso señalar que, la inmensa mayoría de las opiniones – incluso las de quienes hicieron valoraciones más profundas – señalaron la falta de información y el silencio histórico y político que envuelve a la figura de Isabel Martínez. En su mayoría, si bien indicaron cuando fueron encuestados saber quién era y tener algunos conocimientos sobre ella o, al menos, estar al tanto de que había sido Martínez de Perón la primera mujer en sentarse en el sillón de Rivadavia, no tenían conocimientos más explícitos sobre ella o su gestión y a su vez, que la mayoría de quienes manifestaron no tener conocimientos mencionaron que lo que “habían escuchado” de ella, era en su mayoría negativo. De este punto podríamos concluir en que hay una demanda de información y un interés considerable rondando la figura de la ex Presidenta y que, será necesario satisfacer. Todo esto podría llevarnos a preguntarnos si María Estela Martínez de Perón está olvidada, como suele decirse o si se han empleado herramientas y discursos sistemáticos con el objetivo de que sea olvidada y borrada de la memoria colectiva. En el final profundizaré.
Por último, los conceptos más interesantes que surgieron a modo de conceptualización fueron: Mujer incógnita, enigmática, demonizada, tergiversada, perseguida, censurada, difamada, controversial, víctima, acorralada, error de Perón y de nombre incómodo.
Del mismo modo que aclaré en el inicio del artículo refiriéndome a los testimonios que se presentarán a continuación, reitero que todas las opiniones que he categorizado y analizado brevemente, deben ser leídas y comprendidas como propias de sujetos políticos, influenciados por diferentes factores ideológicos, históricos, de comunicación, etc., por lo tanto, no es la intención de este trabajo que lo explicitado en él se tome como verdad definitiva o absoluta, sino todo lo contrario, que cuestionemos y revisemos sobre la base común del respeto.
7. Isabel y los medios ¿Qué dicen las últimas noticias?
Para sumar al análisis de la concepción de la imagen de Isabel en la actualidad, es importante o es, al menos, interesante tomar las ultimas noticias que publicaron los medios de comunicación haciendo referencia a la ex Presidenta.
Podemos identificar tres temas particulares que llevaron a los medios de comunicación a hablar de Martínez de Perón: Sus 90 años en 2021, el documental “una casa sin cortinas” de Julián Troskberg también de este año y el libro “Isabel Martínez por siempre de Perón” de Diego Mazzieri, publicado en el pasado 2020.
La mayoría de los títulos datan del 04/02/2021, día en el que Isabel cumplió 90 años y entre ellos, las palabras que más se repiten son: “Enigmática”, “misterio”, “silencio”, “secretos” y “olvido”.
En ninguna de las notas, se toma una postura reivindicativa de la figura de Isabel y, por el contrario, se destacan con énfasis diferentes críticas a su gobierno y a su supuesta incapacidad, salvo algún comentario como el que se desliza en una nota de Infobae del 22/11/2019 titulada: “El día que Isabel Perón se negó a abandonar la Rosada pese a la amenaza de bombardeo: ‘De acá me sacan muerta’” donde se sugiere que, algún día la historia deberá reconocer los méritos de Isabel, por ejemplo, que la ex Presidenta no se haya entregado, negándose a firmar la renuncia ante las amenazas militares.
En una nota del diario Clarín del 04/02/2021, con motivo del cumpleaños de Isabel, se mencionan algunas cuestiones que considero relevantes para el presente trabajo, ya que da cuenta de qué es lo que se dice de Isabel y cómo, en otras palabras, qué les dicen los medios hegemónicos a los argentinos sobre Isabel.
Dicho artículo periodístico se titula y está firmado por Alberto Amato: “Isabel cumple 90 años: su vida, su largo silencio y su vínculo con Juan Perón” y el subtítulo ofrece un “recorrido por sus secretos” aunque cuando se procede a leer el cuerpo de la noticia, no se devela nada, ni se menciona algún dato desconocido. Al margen de esa observación a modo de comentario, hay dos cuestiones que me interesa destacar especialmente:
La primera, el artículo hace referencia a la vida de Isabel, de la siguiente manera: “María Estela Martínez Cartas, Isabel Perón, encierra en esos tres nombres y tres apellidos una vida de novela que a nadie le interesa escribir” (Clarín, 2021) quizás, la parte más relevante de aquella frase – bonita a la vista – es el “a nadie le interesa escribir” asentando aquella idea de que, por el motivo que sea, Isabel Perón ha quedado bajo un manto de olvido para siempre y que, aparentemente nadie está interesado en quitárselo.
La segunda tiene que ver con otra frase que puede no llamar la atención al leer pero que es muy significativa: “Ni siquiera fue una mujer valiente”. “Fue”, pasado. De Isabel se habla en pasado, en parte y casi con seguridad, porque se la intenta ubicar en el tiempo de su presidencia, pero también debemos observar que estas formas de redacción tienen cierta influencia que, de alguna manera, dejan a Isabel Perón en una cierta lejanía temporal con el lector.
En otro orden del análisis, las comparaciones con Evita reaparecen en algunos títulos, por ejemplo, en el de la BBC News Mundo que data del 28/05/2021 titulado: «Isabel Perón era lo opuesto a Evita»: la enigmática historia de la tercera esposa de Juan Domingo Perón y primera presidenta mujer en América Latina” (BBC Mundo, 2021).
Luego, las noticias refieren en su mayoría a la publicación de algunos detalles de corte histórico, análisis de momentos particulares y más bien íntimos sustentados por testimonios de quienes estuvieron cerca de la entonces Presidenta, por ejemplo, el del Ministro de Trabajo de la Nación en el gobierno de Isabel, publicado por Infobae: “Carlos Ruckauf, entonces joven Ministro de Trabajo, recuerda: ‘Esa tarde estábamos con la Presidente varios ministros, Antonio Cafiero, Federico Robledo, Tomás Vottero, creo que Lorenzo Miguel y algunos más. Se acerca el edecán militar con el teléfono diciendo que hablaba Cappellini. Isabel me miró y dijo: ‘Atiéndalo usted, dígale que esta Presidente no acepta amenazas, ni presiones y que, si quieren bombardear que lo hagan nomas, de acá me van a sacar muerta’. Yo agarre el teléfono y la verdad, no recuerdo bien qué dije, entre el milico que gritaba que iba bombardear e Isabel que gritaba muy enojada, sé que repetí el mensaje de ella y colgué’” (Infobae, 2021)
Para terminar con este apartado, la última aparición “pública” de María Estela fue en el año 2020, en un audio que envió a través de su sobrina a quienes la homenajearon el día 20 de noviembre, día de la Soberanía Nacional, en la CGT, presentando el libro al que se hizo mención “Isabel Martínez por siempre de Perón” de Diego Mazzieri. Después de muchos años sin escucharla, esa fue la aparición de quien gobernó la Argentina desde 1974 a 1976.
De Isabel, aunque poco, pudimos comprobar que se habla. Pero lo importante de este apartado fue revisar el cómo y, el pasado y olvido fueron las dos claves.
8. Isabel en la ficción.
Otro aspecto que podríamos sumar al análisis es la ficción, dado que no es imposible considerar que la industria cultural tiene influencias en la construcción simbólica y gráfica de personajes históricos: desde donde se los aborda, qué se quiere mostrar y cómo las actrices que se pusieron en la piel de Isabel Perón construyeron el personaje. Los análisis serán bastante generales y solo se tomará de ellos lo relevante para este trabajo, ya que excede sus límites el caer en una crítica a una película u obra de teatro.
En principio, la ya mencionada película de Troskberg: “Una casa sin cortinas: el enigma de Isabel Perón”, presenta una serie de testimonios en primera persona por parte de figuras cercanas a la ex Presidenta, ex ministros, asesores o personas cercanas en lo afectivo, otras en lo político. Probablemente este film haya sido el que más acercó al centro de la escena – al menos por un tiempo – a la figura de Isabel en la actualidad.
Por otra parte, la película “Puerta de hierro: el exilio de Perón” del año 2012, dirigida por Dieguillo Fernández y Víctor Laplace, aborda el personaje señalando en reiteradas ocasiones y con gran énfasis la estrecha relación que unía a Isabel con López Rega, además de su insistencia por mantenerlo cerca del General Perón. A modo de interpretación personal – es justo aclararlo, dado que la subjetividad tiene un carácter central en estos análisis – es posible evidenciar que, se muestra en la representación de la figura de Isabel una influencia considerable sobre Perón, al menos en lo que respecta a la cercanía de López Rega. Y, por otra parte, se exhibe a una mujer totalmente alejada de lo político. En detalles un poco más pequeños, pareciera que Isabel se encuentra en un permanente estado de emoción.
En la serie española “Arde Madrid” es la actriz Fabiana García Lago la que encarna el papel de Martínez de Perón. Lo interesante que podemos destacar aquí – insisto, al menos para este trabajo – tiene que ver con una pregunta retórica que aparece en el diario Clarín en una nota publicada el día 10/01/2019 haciendo referencia a la figura de Isabel Perón: “¿Cómo meterse con un personaje que no tiene el encanto y el carisma de otros como la diva Gardner o la mítica Evita, con las que inevitablemente Isabelita es comparada? Ese fue el gran desafío para García Lago.” Y, en la misma nota, García Lago explica: “Para mí, Isabelita tiene tres momentos: el menos conocido por el público, el de Presidenta, y el de “no me atosiguéis”. Yo busqué armar ese lapso menos público de ella en el que se pudiera vislumbrar lo que vendría después”.
Por último, la obra de teatro “Happyland” estrenada en el año 2019 y dirigida por Alfredo Arias, aborda la historia de Isabel en sus días de prisión en la Provincia de Neuquén mientras recuerda su pasado como bailarina en Panamá. Según el director, el propósito de la obra se centró en “mover los mitos”. El diario Clarín en una entrevista realizada a Arias que fue publicada el 13/09/2019 lo describe de la siguiente manera: “Happyland, la obra que Alfredo Arias estrena en el Teatro San Martín, recrea los orígenes cabareteros de nuestra primera presidenta argentina, María Estela Martínez de Perón”.
9. Las declaraciones públicas de Isabel.
Hasta ahora, lo que se ha hecho en este trabajo es analizar cómo ven y como conciben los argentinos del presente la figura de Isabel Perón, pero, en este último apartado antes de la conclusión, revisaremos muy brevemente – dado que no es el objetivo particular de este artículo – qué es lo que Isabel Perón dice de ella misma y de su gobierno después de varios años. De esta manera, podremos relacionar sus dichos con algunas opiniones que se han comentado en este artículo.
Es cierto que, hay en esta figura, algo que se suma como uno de los elementos que da vida a los títulos enigmáticos de los diarios y documentales, o al “misterio” que envuelve a la ex Presidenta: su silencio casi absoluto. “Casi” porque no sería justo ni verdadero decir que jamás habló de nada, pero que, por otra parte, sus declaraciones públicas no han sido demasiado detallistas ni esclarecedoras, salvo en algunas ocasiones.
En un reportaje, Isabel hace un comentario, a modo de defensa, sobre la docilidad que se le atribuye: “¿Saben lo que pasa? Que yo aparentemente parezco una mujer manejable y el General Perón siempre le decía a la gente: ‘ustedes creen que a Isabelita se la puede manejar así fácilmente. Yo, que soy un hombre que he conducido por ser militar tantísimos hombres, nunca pude manejarla porque ella tiene su personalidad, así que mal pueden ustedes pensar que lo pueden hacer’ yo creo que han pensado un poco eso y, como yo no soy proclive a traicionar a la Patria bajo ningún punto de vista…”4esta cuestión tan mencionada, tal vez nos conduzca a formularnos algunas preguntas para pensar posibles respuestas. En principio ¿Qué objetivos o implicancias tiene la idea que ubica a Isabel como un “títere” en la historia? ¿Le quita responsabilidades o se las agrega? ¿Intenta justificar algo?
Por otra parte, en el mismo reportaje, la ex Presidenta hizo referencia al golpe de Estado del 24 de marzo, de la siguiente manera: “Yo tengo el orgullo de decir que yo no entregué mi bandera, yo no entregué mi sitio, me lo quitaron. Porque yo sabía que yo podría haberme ido tranquilamente, quizás no con todos los honores”. Probablemente, una las cuestiones que más se suelen destacar de la ex Presidenta, es esta. En el archivo fílmico es posible ver que Isabel pensaba continuar la oración, pero fue interrumpida con otra pregunta.
Con respecto a la política, en una entrevista que se le realizó en el año 1988 en una de sus visitas a la Argentina5, Isabel deja dos frases que pueden ser ilustrativas, fundamentalmente la segunda. Primeramente, cuando los periodistas insisten para que se acerque a responder sus preguntas ella responde: “Pero me van a hablar de política, la política es para los políticos” y luego, cuando accede a acercarse, le consultan: “¿Está totalmente alejada de la política?” la respuesta de Isabel fue: “Yo estoy alejada de la política, ahora, no sé si la política está alejada de mí”4. Está a la vista que Isabel Perón no se identifica a sí misma como “política”, a pesar de ser quien gobernó los destinos de la Nación por dos años y en un contexto que, muchos juzgan como uno de los más complejos de la historia nacional y, en otro orden de cosas, sus palabras denotan cierta incomodidad con respecto al tema, prefiere no hablar sobre política, alegando que esos son temas para otras personas, donde ella no tiene intención de opinar.
Por último, resaltaré un fragmento de un mensaje que dio Isabel en el año 1972 hablando de la candidatura de Juan Domingo Perón. Entonces cumplía con su rol de delegada del General en el país y, en contraposición a lo que sostiene la idea de que Isabel Martínez no tenía ninguna relación o experiencia con la política, podemos y, corresponde, resaltar la claridad con la que expresa el mensaje de su entonces esposo, al igual que las diferentes reuniones que supo llevar adelante en ese periodo para preparar la vuelta de Perón al país. De este discurso, tomaré solo una pequeña parte, donde considero que pone de manifiesto su compromiso para el futuro cercano: “(…) trataré de no defraudar al pueblo (…) Yo no puedo ofrecerles grandes cosas, no puedo ofrecer títulos. El único título que tengo es el de haber sido discípula de Perón, mi amor por Perón y mi amor por el pueblo”6.
10. Conclusión.
A riesgo de que esta última parte del artículo se convierta en un oxímoron si se lo corresponde con lo que debería ser la “conclusión” creo que la mejor manera de cerrarlo, es dejando preguntas e inconclusiones, porque repito lo que mencioné al inicio: no debemos convencernos de que sobre la figura de María Estela Martínez de Perón ya está todo dicho – por lo cual, me traicionaría si yo lo hago – porque aquella creencia nos llevaría a cometer el error y la injusticia de condenar al olvido a alguien que, como pudimos ver con las encuestas, parece más invisibilizada que efectivamente olvidada. Aunque procederé a hacer un resumen de las ideas que se pudieron observar en este trabajo.
De las 200 personas encuestadas, la enorme mayoría respondió que efectivamente sabe quién es Isabel Perón y que eran conocedores de que fue la primera mujer en nuestro país en ocupar el cargo de Presidenta de la Nación, pero también coincidieron en que lo que conocen de esta mujer no es mucho más que aquel dato o algún detalle, en otras palabras, la mayoría de los encuestados demostró tener conocimientos más bien superficiales y lo atribuyen al silencio que envuelve su figura, “de ella no se habla” fue la opción más seleccionada en la encuesta destinada a las personas de 16 a 25 años y un comentario muy destacado entre quienes opinaron en la encuesta dirigida a los mayores de 26 años.
Partiendo del análisis de algunas de las últimas notas que hacen referencia a Isabel Perón, hemos podido comprobar que además de hablarse con poca frecuencia y solo por motivos o eventos particulares relacionados a su figura, los medios de comunicación redactan en tiempo pasado sobre ella y sostienen la idea, de diferentes formas más o menos explícitas, de que existe un desinterés generalizado sobre figura de Isabel. Por otra parte, las palabras que más se repiten en los títulos y desarrollos de las noticias, son relacionadas al misterio, a los secretos, al silencio y al enigma. Así que, se habla de Isabel, pero lo que se dice no busca quitarle el supuesto manto de olvido que la cubre, sino que da la impresión de ser todo lo contrario.
Cuando fue el momento de opinar, los comentarios de los encuestados resultaron más que llamativos, coherentes y predispuestos al debate constructivo. Lo que más se cuestionó fue el análisis fuera de contexto que se realiza de Isabel, como si se la juzgara separándola del contexto global y regional en el que le tocó gobernar, algo que se señaló en muchos casos como una injusticia histórica. Por otra parte, hubo valoraciones positivas, donde se destacaron cualidades, valores y atributos que, según la opinión de algunos encuestados, hacen de Isabelita una gran figura, una patriota o una “compañera” y otras profundamente negativas donde se criticaron fuertemente algunos aspectos de su gobierno, de su entorno y de ella misma, puntualmente se señaló el accionar de la Triple A y el Rodrigazo. Lejos de existir un consenso sobre su figura, las opiniones no podrían ser más heterogéneas, pero algo destacable es que la mayoría de las ideas compartidas se mostraron predispuestas a la construcción, a la profundización, a la discusión y a la problematización de sí mismas.
Después de revisar el artículo, difícilmente podamos asegurar que nadie está interesado en la figura de María Estela Martínez de forma natural, lo que sucede más exactamente es que hay un desconocimiento considerable y, nadie puede estar interesado en aquello que desconoce, de hecho, podríamos sostener que hay una considerable demanda de información acentuada entre los más jóvenes, una crítica al “silencio público” y un incipiente cuestionamiento a los discursos hegemónicos que rondan la figura de la ex Presidenta sofocando la posibilidad de seguir hablando de su figura y continuar sacando conclusiones.
Es consecuente con el planteo, decir que no podemos hablar de “una” concepción o de “la” concepción que hay entre los argentinos y argentinas de hoy y que lo correcto sería hablar de “las” concepciones que se tienen de la ex mandataria, ya que son profundamente variadas. Como señalé antes, esta última parte tiene una conclusión de los resultados obtenidos y observados, pero no del tema abordado, ni tiene, por otra parte, un carácter reivindicativo, es solo una mirada que deja algunos apuntes de las ideas presentes sobre quien gobernó la Argentina desde el 1º de julio de 1974 hasta el 24 de marzo de 1976, cuando fue derrocada. La parte teórica del objetivo, fue alcanzada, aún resta – en parte – la práctica, que podría ser, en un principio, discutir, revisar, y cuestionar todo aquello que se nos presente como definitivo, “verdad absoluta” o tema concluido y olvidado.
Algo importante de destacar, es que el discurso o la opinión que expresaron los encuestados no tuvo variaciones significativas entre los rangos etarios, es decir, independientemente de la edad, la explicación y los argumentos de cómo y por qué se concibe la figura de Isabel, ya sea de forma mayormente positiva o más bien negativa, no cambian a pesar de la diferencia de edades entre unos y otros. Por ejemplo, la presencia de aquella idea que entiende a la ex Mandataria como una mujer manipulable, se observó en opiniones de personas de 18, 20 o 25 años y también en encuestados de 57, 59 o 60, contemporáneos al gobierno de Isabel, lo mismo con aquello que sostiene que la ex Presidenta es juzgada separada del contexto social, político y económico que le tocó gobernar, de la misma forma sucede con otros análisis y concepciones. De aquí podríamos deducir que no hubo, a pesar del paso del tiempo, renovaciones o cambios significativos en el discurso sobre la figura que analizamos y que, si una persona de 17 o 18 y una de 57, opinan que a la ex Presidenta se la juzga con cierta descontextualización, no sería ilógico pensar que, entonces, hace 47 años que los análisis sobre Isabel Perón se ven empañados por este motivo.
En 2016, en una carta que le escribió a Julián Troskberg, Isabel dijo: «Será la Historia la que me juzgue por mis aciertos y errores y sobre todo por mi lealtad a los principios políticos del Peronismo, así como a mi querida Patria Argentina». Es coherente pensar que, esa “historia” a la que hace referencia,de un modo u otro, somos nosotros, los argentinos y las argentinas de hoy y quienes nos sucedan, los que vamos a “juzgarla”, no en un día específico a modo de “juicio final”, sino en las construcciones discursivas o en los análisis políticos e históricos que hagamos sobre la ex Presidenta y su gobierno. Por eso, es preciso que no evoquemos discursos heredados ni prefabricados, sino, que tengamos la capacidad de construirlos con la mayor autonomía posible. Y a título personal, confieso que, no creo que sea tan importante el resultado (si la opinión o conclusión a la que lleguemos es más positiva que negativa o a la inversa) como sí lo es la posibilidad de ser justos con alguien que fue juzgada en muchas ocasiones desde la tergiversación, – como hemos visto la información sobre Isabel no abunda y los análisis a veces son descontextualizados – cargando sobre su nombre el peso de una desinformación que podríamos juzgar tendenciosa.
Referencias:
- Napal, María Celeste. “Sólo soy la mano de Perón”: La presidencia de María Estela Martínez de Perón, entre el liderazgo vacante y la construcción discursiva de la legitimidad (1974 – 1976). 2014.
- Corigliano, Francisco. Colapso estatal y política exterior: el caso de la Argentina (des)gobernada por Isabel Perón (1974-1976). 2007.
- Mazzieri, Diego. María Estela Martínez por siempre de Perón. Fabro. Buenos Aires 2020.
- https://youtu.be/YL6Z0Z6PtCY
- https://youtu.be/EN_I6oVMxTk
- https://youtu.be/2CG21LtMnK8